Hola! sentí la necesidad de presentarme antes de que empieces a leer el blog.
Me llamo Maria Natalia (en los 80´s todas teníamos nombre compuesto) pero la mayoría de la gente me dice Nani.
Dibujo desde que soy chiquita. Mi abuela paterna era modista. Pasé veranos enteros en su casa entre revistas Burda y moldes cosiendo monederos y ropa para mis Barbies. Algo de todo eso me habrá influenciado, porque cuando terminé el secundario, no tenia dudas de que iba a ser Diseñadora de indumentaria.
Puedo dividir mi vida en dos. A los 22 años recién cumplidos, mi papa falleció.
Así, de un segundo a otro, mi vida se desmoronó. Unos cuantos años después, todavía sigo juntando escombros. No te voy a mentir, dude en contar esto. Pero también creo que somos el resultado de nuestra historia, y este hecho me marcó mucho, me hizo crecer de golpe. Al mes empecé a trabajar en una marca de ropa, todavía me quedaban tres años para terminar la carrera.
Una carrera y varios trabajos después me hicieron dar cuenta que había algo que no me cerraba.
El mundo de la moda puede ser muy hostil y frívolo, por mucho tiempo pensé que era eso lo que me incomodaba. Trabajé en muchas marcas de ropa como Diseñadora, más allá de la línea que tenía a cargo, y la empresa, a mi no me terminaba de gustar, tenía que haber algo más…

En abril de 2017 me fui de vacaciones a Nueva York, me dieron ganas de cosas: estudiar, leer, conocer, me despertó una chispa. Volví a la facu para formarme como Diseñadora Gráfica.
El último año en relación de dependencia, no la pasé muy bien. Trabajaba en una marca con unos productos hermosos, pero a mí ya no me hacía feliz. Conseguí mi primer trabajo freelance y sostuve los dos trabajos por 6 meses. Cuando no frenas, el cuerpo te frena. Llegué a mi límite cuando cumplí 33. Pasé ese año con más episodios de gastroenteritis de los que me gustaría contar. Estaba muy estresada. Con apoyo de mi pareja renuncié a mi trabajo, y empecé mi camino freelance con Leoh.
Siempre estuve rodeada de mujeres. Por mi historia, el linaje femenino es muy importante en mi vida, somos red. En la facultad, había muy pocos hombres, incluso en la mayoría de los trabajos que tuve, el sector de diseño éramos mayoría de mujeres.
Me rehuso a pensar que cuando hay mujeres, hay conflicto, que somos un nido de víboras (por mas que haya tenido una jefa que me lo haga dudar). Creo en la energía femenina, en la unión cuando hay buenas intenciones, por eso quizá inconscientemente, mi servicio es colaborativo. Siempre que haya respeto, encontrarás de este lado una mano amiga.
Para finalizar, quería contarte que empiezo este blog callando a mi gran critica interior, esa que siempre dice que “yo no soy de letras”. Por mi formación, siempre encontré mejores expresiones dentro de otras áreas. Pero este 2021 me encuentra desafiando mis limites, confiando que la práctica hace al maestro, así que acá voy con mi escritura imperfecta, poniendo el foco más en qué compartir y no tanto en el cómo. Deseo de corazón que la información que encuentres en este espacio te sea de utilidad.
Nuevamente bienvenida, y gracias por leer.
Abrazo,
Nani